Una historia tejida piedra a piedra 

La historia del Go en Ecuador no empezó con grandes eventos ni titulares rimbombantes. Comenzó con silencios compartidos y partidas entre amigos. Todo arrancó en 1976, cuando Jaime Durán Barba volvió a Quito después de años de estudio en Argentina. Entre sus pertenencias traía un tablero cuadriculado y un juego de piedras negras y blancas que, sin saberlo, darían inicio a una travesía cultural de más de cuatro décadas.

Esteban Pólit, Jorge Arroba y Oswaldo Moreano fueron los primeros en sumergirse en este arte oriental. Desde ahí, el Go comenzó a expandirse en círculos íntimos, entre cafés, libros y largas conversaciones. Mientras tanto, en Cuenca, el ajedrecista Rodrigo Carpio descubría un libro sobre Go en una librería de Quito y encendía la chispa en su propia ciudad.

A finales de los años 80, Enrique Boh, un apasionado paraguayo radicado en Ecuador, colocó un anuncio en un periódico local en busca de jugadores. Su iniciativa no solo reunió nuevas voluntades, sino que fue el punto de partida para la formación de una organización que diera estructura a la comunidad emergente.

Fue así como, en 1999, tras reuniones intensas, trámites burocráticos y estatutos redactados por Benjamín Pineda, nació la Asociación Ecuatoriana de Go, hoy Alianza Ecuatoriana de Go (AEG), con una histórica asamblea en la Superintendencia de Bancos, a la que asistieron casi 60 fundadores de distintas ciudades. Oswaldo Moreano fue elegido por aclamación como su primer presidente.

El Cafelibro, un acogedor espacio cultural en Quito, se convirtió en sede natural del Go ecuatoriano. Gracias al generoso apoyo de sus dueños, Silvia y Gonzalo, el lugar se volvió un punto de encuentro donde generaciones enteras aprendieron y compartieron este milenario arte.

Después de un breve periodo de inactividad, en el año 2000 la llegada de los japoneses Yuichi Sato y Yoshinori Yoshiie al Cafelibro reactivó el espíritu de la comunidad. A partir de entonces, el Go en Ecuador se revitalizó, atrayendo nuevos jugadores, organizando torneos, y alcanzando una presencia cada vez más firme a nivel nacional e internacional.